"la
maniobra de cambio de dirección, es una maniobra permitida, legal,
por lo tanto no hay que renunciar a ella...".
Hace
poco más de un mes este fue mi status de facebook. Estaba
estudiando para mi examen del permiso de conducir en España, sin
tener la más remota idea de que un mes después todas esas normas me
las pasaría...(si por ahí!). Llevo días conduciéndome al
contrario de las normas y aquí eso es lo normal.
Sigo
en mi 'burbuja': Gokullam, Mysore. Los días han transcurrido rápidamente,
o lentamente, aquí el tiempo y la distancia se miden distinto.
Inicio la rutina diaria a las 430 a.m. pues a las 5:15 a.m. debo
estar lista y en posición sobre mi mat en el shala. A partir de ahí
el día transcurre en silencio con mis compañeros, pues se habla
poco, y en casa con otro tipo de silencio con Lahlita.
La
rutina en el barrio es eso, rutina de barrio. Después de clases nos
pasamos por el 'Coconut stand' nos tomamos un agua de pipa (o dos, o tres, o cuatro, incluso cinco),
maravillosa para la salud y para la hidratación. Luego a desayunar
a casa para pronto regresar a clase. Entonces más clase, luego
almuerzo, luego clase, luego cena y a dormir, que al día siguiente
todo vuelve a iniciar a las 430 a.m.
Cuando
camino por el barrio el caos 'característico' de India reina. Los
carros nunca se detienen ante el paso de los peatones, ni siquiera en
los pasos de zebra, pitan cómo si uno fuera el que estuviera
cometiendo la infracción. Las señales de tránsito no son muy
claras, o más bien la obediencia de las mismas no son muy claras.
Llevo
días manejándome en scooter (moto). Es una vespa amarilla divina,
de esas que fingen ser de las viejas pero son nuevas. Además es
amarilla!!! Eso sí, ahora voy por el carril izquierdo, adelanto por
la derecha y giro a la izquierda si el semáforo está en rojo.
Hace
un mes estaba aprendiéndome las normas contrarias para mi permiso de
conducir en España, en aquel momento no me imaginaba que en un mes
iría en contra de las normas aprendidas.
Casi
siempre da miedo manejar por aquí, intento no alejarme mucho del
barrio cuando voy en la scooter, los conductores son cosa seria, me
cuesta aun entender sobre cual lógica es la que se conducen por las
calles. Aun así, poco a poco, voy recuperando mis habilidades de
motociclista. El viento en la cara, las calles estrechas, el peligro
de inminente lluvia, me recuerdan mis días de colegio cuando iba por
la vida en mi moto.
Manejar
por el carril izquierdo es lo que más me mantiene alerta. Se me
hacen nudos en el cerebro cada vez que tengo que hacer algún giro
en una intersección. Lo peor sucede cuando me encuentro con algún
carro o moto que va por la derecha y viene frente a mí. En esos
momentos pienso que soy yo la que va mal, pero no, yo respetuosamente
voy por la izquierda, parece que aquí para algunos, lo del carril es
optativo: terror!!!
Las
calles son bastante caóticas, las vacas usualmente están ahí,
pero viniendo de Costa Rica no es algo que me sorprenda, lo de los
elefantes en el medio de la ciudad me impresionó bastante más
(bastante más insisto). Ya tenía entrenamiento intensivo en eso
eso de 'capearse' vacas mientras se conduce.
El
ruido en el ambiente a veces llega a ser abrumador. Este no es un
centro de ciudad, es un barrio, pero aun así el constante ruido del
pito del coche me altera los nervios. Es como un tick
nervioso, cada cinco segundos tocan la bocina. Entonces si voy
caminando por la calle salto cada cinco segundos porque pienso que me
van a atropellar, o si voy en la moto salto cada cinco segundos
porque pienso que me pasé al carril de la derecha. Quizás con el
tiempo me acostumbre y no me ponga de los nervios, los residentes del
barrio parecen ignorarlo, pero yo simplemente me paso
innecesariamente en estado de alerta.
El
camino a cualquier parte se llena de letreros anunciando astrólogos
y centros de ayurveda (centros de medicina tradicional de india).
Ayer fui por primera vez a la tienda ayurveda, me resfrié y
necesitaba algo para terminar de secar el resfriado, además algo que
me ayude a dormir temprano. Todo ha resultado un éxito.
Las
rutinas y las necesidades aquí son distintas. El otro día en el
supermercado me entretuve horas viendo los productos que venden. Si
quieren conocer una cultura es necesario hacer una visita al súper
por favor. Mis descubrimientos en mi primera visita: el papel
higiénico, un bien poco utilizado aquí, se encuentra en el último
anaquel y en la parte más alta, lleno de polvo. El jabón para ropa
anuncia su efectividad en contra de las manchas de curry. Hay un
anaquel exclusivo y lleno de diferentes tipos de incienso (Mysore es
conocido por producir inciensos) y hay dispuesto otro anaquel
únicamente para los distintos masalas (spices), y otro de aceites y
esencias. Las bebidas alcohólicas no tienen anaquel, están
escondidas en un rincón. Como me dijo Lahlita el otro día: “no
beer, no beer”.
En
casa, la rutina empieza a tener sus particularidades. Tenemos dos
altares, uno a dioses y diosas hindúes y otro para buda. Lahlita me
muestra a cada uno de ellos cada vez que enciende la velita. Además
tenemos un ratón en la cocina, un 'ili'. Parece que no hay necesidad
de deshacerse de él, pues nos 'reímos' cuando se come alguna de las
frutas y ya está, ni trampas ni nada, parece que 'aceptamos' que
viva con nosotras...Yo sólo espero que no llegue a mi cuarto. Ah, y
las ventanas deben permanecer cerradas por si entran los monos.
Una
de estas noches me golpeé el dedo del pie muy fuerte, no podía
caminar. Estaba en cama con mi bolsa de hielo con la esperanza de
que sanara, deshinchara o lo que fuera, necesitaba volver a apoyar el
pie para las clases. De repente, Lahlita entró con una botella de
aceite de limón, me dijo “no ice” y me explicó con señas que
me iba a masajear el pie. Yo no sé bien donde aprendió lo que
hizo, solo sé que sabía bien lo que hacía, encontró el fallo, lo
acomodó. He seguido con el entrenamiento de yoga como si nada hubiera
pasado.
Hay
algo en este país que parece magia pero no es eso, es simplemente
que aquí algunas personas no se han olvidado de la esencia, de los
aprendizajes milenarios, eso que ya sabíamos como seres humanos pero
lo fuimos olvidando. Leyendo el Raja Yoga de Swami Vivekananda,
explicaba cómo desde occidente veíamos como “magia” todas estas
costumbres cuando en realidad no lo son, más bien son habilidades
que siempre hemos tenido, solo que aquí en India, a pesar de que se
destruyeron muchas fuentes de información se ha conservado un leve
porcentaje, en cambio en occidente quemaron en la hoguera a quienes
poseían estos conocimientos.
Por
eso quizás India es caótica, porque las estructuras de orden no
son necesariamente las que ellos inventaron, sino las que heredaron
de la época colonial. ¿Cómo se construye un orden desde dos
visiones de mundo tan opuestas? Difícil e incluso parece imposible,
solo hace falta salir a la calle y ver los coches, motos, buses y
camiones, fluyendo a su propio ritmo, ignorando la estructura
occidental heredada para dirigir el tránsito. Manejar por el carril
de la derecha o la izquierda es indiferente para muchos, los
conductores en India fluyen por las calles bajo sus propias normas.
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Tarde de lectura |
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De camino al shala, el astrólogo. |
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Vista de mi camino diario en Gokullam. |
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Mi medio de transporte! |
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Encuentro callejero. |
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Inciensos originales de Mysore. |
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Uno de los altares en casa. |
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Idem. |
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Dosa y chutney. |
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Cocinando con Lahlita, dosas con queso, cebolla, culantro. |
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En proceso de construcción. |
Wow :)
ResponderEliminar"ili" hasta suena a nombre de mascota! Sigue por la izquierda!!! Hermoso leerte antes de ir a dormir, love you!
ResponderEliminarjajajajaja seguiré por la izquierda! un beso.
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