sábado, 12 de octubre de 2013

Conduciendo por la izquierda


"la maniobra de cambio de dirección, es una maniobra permitida, legal, por lo tanto no hay que renunciar a ella...".

Hace poco más de un mes este fue mi status de facebook. Estaba estudiando para mi examen del permiso de conducir en España, sin tener la más remota idea de que un mes después todas esas normas me las pasaría...(si por ahí!). Llevo días conduciéndome al contrario de las normas y aquí eso es lo normal.

Sigo en mi 'burbuja': Gokullam, Mysore. Los días han transcurrido rápidamente, o lentamente, aquí el tiempo y la distancia se miden distinto. Inicio la rutina diaria a las 430 a.m. pues a las 5:15 a.m. debo estar lista y en posición sobre mi mat en el shala. A partir de ahí el día transcurre en silencio con mis compañeros, pues se habla poco, y en casa con otro tipo de silencio con Lahlita.

La rutina en el barrio es eso, rutina de barrio. Después de clases nos pasamos por el 'Coconut stand' nos tomamos un agua de pipa (o dos, o tres, o cuatro, incluso cinco), maravillosa para la salud y para la hidratación. Luego a desayunar a casa para pronto regresar a clase. Entonces más clase, luego almuerzo, luego clase, luego cena y a dormir, que al día siguiente todo vuelve a iniciar a las 430 a.m.

Cuando camino por el barrio el caos 'característico' de India reina. Los carros nunca se detienen ante el paso de los peatones, ni siquiera en los pasos de zebra, pitan cómo si uno fuera el que estuviera cometiendo la infracción. Las señales de tránsito no son muy claras, o más bien la obediencia de las mismas no son muy claras.

Llevo días manejándome en scooter (moto). Es una vespa amarilla divina, de esas que fingen ser de las viejas pero son nuevas. Además es amarilla!!! Eso sí, ahora voy por el carril izquierdo, adelanto por la derecha y giro a la izquierda si el semáforo está en rojo.
Hace un mes estaba aprendiéndome las normas contrarias para mi permiso de conducir en España, en aquel momento no me imaginaba que en un mes iría en contra de las normas aprendidas.

Casi siempre da miedo manejar por aquí, intento no alejarme mucho del barrio cuando voy en la scooter, los conductores son cosa seria, me cuesta aun entender sobre cual lógica es la que se conducen por las calles. Aun así, poco a poco, voy recuperando mis habilidades de motociclista. El viento en la cara, las calles estrechas, el peligro de inminente lluvia, me recuerdan mis días de colegio cuando iba por la vida en mi moto.

Manejar por el carril izquierdo es lo que más me mantiene alerta. Se me hacen nudos en el cerebro cada vez que tengo que hacer algún giro en una intersección. Lo peor sucede cuando me encuentro con algún carro o moto que va por la derecha y viene frente a mí. En esos momentos pienso que soy yo la que va mal, pero no, yo respetuosamente voy por la izquierda, parece que aquí para algunos, lo del carril es optativo: terror!!!

Las calles son bastante caóticas, las vacas usualmente están ahí, pero viniendo de Costa Rica no es algo que me sorprenda, lo de los elefantes en el medio de la ciudad me impresionó bastante más (bastante más insisto). Ya tenía entrenamiento intensivo en eso eso de 'capearse' vacas mientras se conduce.

El ruido en el ambiente a veces llega a ser abrumador. Este no es un centro de ciudad, es un barrio, pero aun así el constante ruido del pito del coche me altera los nervios. Es como un tick nervioso, cada cinco segundos tocan la bocina. Entonces si voy caminando por la calle salto cada cinco segundos porque pienso que me van a atropellar, o si voy en la moto salto cada cinco segundos porque pienso que me pasé al carril de la derecha. Quizás con el tiempo me acostumbre y no me ponga de los nervios, los residentes del barrio parecen ignorarlo, pero yo simplemente me paso innecesariamente en estado de alerta.

El camino a cualquier parte se llena de letreros anunciando astrólogos y centros de ayurveda (centros de medicina tradicional de india). Ayer fui por primera vez a la tienda ayurveda, me resfrié y necesitaba algo para terminar de secar el resfriado, además algo que me ayude a dormir temprano. Todo ha resultado un éxito.

Las rutinas y las necesidades aquí son distintas. El otro día en el supermercado me entretuve horas viendo los productos que venden. Si quieren conocer una cultura es necesario hacer una visita al súper por favor. Mis descubrimientos en mi primera visita: el papel higiénico, un bien poco utilizado aquí, se encuentra en el último anaquel y en la parte más alta, lleno de polvo. El jabón para ropa anuncia su efectividad en contra de las manchas de curry. Hay un anaquel exclusivo y lleno de diferentes tipos de incienso (Mysore es conocido por producir inciensos) y hay dispuesto otro anaquel únicamente para los distintos masalas (spices), y otro de aceites y esencias. Las bebidas alcohólicas no tienen anaquel, están escondidas en un rincón. Como me dijo Lahlita el otro día: “no beer, no beer”.

En casa, la rutina empieza a tener sus particularidades. Tenemos dos altares, uno a dioses y diosas hindúes y otro para buda. Lahlita me muestra a cada uno de ellos cada vez que enciende la velita. Además tenemos un ratón en la cocina, un 'ili'. Parece que no hay necesidad de deshacerse de él, pues nos 'reímos' cuando se come alguna de las frutas y ya está, ni trampas ni nada, parece que 'aceptamos' que viva con nosotras...Yo sólo espero que no llegue a mi cuarto. Ah, y las ventanas deben permanecer cerradas por si entran los monos.

Una de estas noches me golpeé el dedo del pie muy fuerte, no podía caminar. Estaba en cama con mi bolsa de hielo con la esperanza de que sanara, deshinchara o lo que fuera, necesitaba volver a apoyar el pie para las clases. De repente, Lahlita entró con una botella de aceite de limón, me dijo “no ice” y me explicó con señas que me iba a masajear el pie. Yo no sé bien donde aprendió lo que hizo, solo sé que sabía bien lo que hacía, encontró el fallo, lo acomodó.   He seguido con el entrenamiento de yoga como si nada hubiera pasado.

Hay algo en este país que parece magia pero no es eso, es simplemente que aquí algunas personas no se han olvidado de la esencia, de los aprendizajes milenarios, eso que ya sabíamos como seres humanos pero lo fuimos olvidando. Leyendo el Raja Yoga de Swami Vivekananda, explicaba cómo desde occidente veíamos como “magia” todas estas costumbres cuando en realidad no lo son, más bien son habilidades que siempre hemos tenido, solo que aquí en India, a pesar de que se destruyeron muchas fuentes de información se ha conservado un leve porcentaje, en cambio en occidente quemaron en la hoguera a quienes poseían estos conocimientos.

Por eso quizás India es caótica, porque las estructuras de orden no son necesariamente las que ellos inventaron, sino las que heredaron de la época colonial. ¿Cómo se construye un orden desde dos visiones de mundo tan opuestas? Difícil e incluso parece imposible, solo hace falta salir a la calle y ver los coches, motos, buses y camiones, fluyendo a su propio ritmo, ignorando la estructura occidental heredada para dirigir el tránsito. Manejar por el carril de la derecha o la izquierda es indiferente para muchos, los conductores en India fluyen por las calles bajo sus propias normas.


Tarde de lectura

De camino al shala, el astrólogo.

Vista de mi camino diario en Gokullam.

Mi medio de transporte!

Encuentro callejero.

Inciensos originales de Mysore.

Uno de los altares en casa.

Idem.

Dosa y chutney.

Cocinando con Lahlita, dosas con queso, cebolla, culantro.

En proceso de construcción.

3 comentarios:

  1. "ili" hasta suena a nombre de mascota! Sigue por la izquierda!!! Hermoso leerte antes de ir a dormir, love you!

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