Yo creo que cuando inventaron
Ally Mcbeal, aquella serie de televisión en que la protagonista
cada tanto alucinaba con la gente bailando y cantando con música de fondo, no
era del todo imaginación del creador.
A mí me pasa a menudo que musicalizo las imágenes con las que me
encuentro, cuidadosamente cada movimiento, entrada o salida de personajes
asumen el ritmo de aquello que resuena en mi cabeza.
Me ha llegado a pasar encontrarme con lo absolutamente
figurativo, con música verdadera sonando de fondo y de pronto el paisaje
empieza a moverse según ese ritmo.
Ayer sábado por la tarde me sucedió enfrente de La Catedral del Barrio
Gótico. La casualidad me llevó
justo enfrente de este edificio.
No era mi intención pasar por ahí y mucho menos era día de hacer fotos,
pero de pronto, ahí estaba frente a mí: La Catedral.
Poco a poco levanté mi vista ante aquella edificación que
parecía salida de una película de Tim Burton, o más bien, estos edificios se
meten en esas películas…, en fin.
Ahí enfrente, la gente pasando, los turistas haciendo fotos, los
turistas haciéndose fotos entre ellos, los turistas haciéndose autofotos, cuando de repente empieza a sonar el violín y todos bailando… les
dejo este video que se los contará mejor que yo:
Tuve que sentarme en las escaleras y seguir el concierto al
que se unía sin saberlo cada una de las personas que se acercaban por la razón
que fuera, por la foto, para contemplar, para saludar a alguien. Ellos no
sabían, pero en mi cabeza se armaba toda una sinfonía de imágenes y
movimiento. Espectacular
momento. Una vez que me comí mi
yogurt de merienda, con un timing
perfecto sonó la alerta de whatsapp
de mi móvil. Era mi compañero de
piso que me invitaba a un recorrido para hacer fotos por El Gótico.
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La Catedral vista por la cámara de mi celular...
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Como nada es casualidad en esta vida, entendí que mi destino
ayer era conocer más a fondo este barrio tan característico de Barcelona. Volví a casa por mi cámara de verdad
(sin subestimar la de mi móvil que tan bien se comportó en los momentos que me
han tomado desprevenida), pues en
mi corazón sabía que ése era el día para robarme unas cuantas imágenes de este
barrio, que en tan sólo un momento accidental, me había quitado el aliento.
Mi compañero de piso (compañero de casa) está perdidamente
enamorado de Barcelona, él no lo sabe, pero se le nota a la distancia, ya lo
aceptará. Se conoce miles de
lugares secretos, sabe donde comer bien a buen precio, sabe los detalles sobre
los barrios de esta ciudad, y yo
estoy feliz porque tengo un guía alternativo en casa y empiezo a conocer más a
fondo esta ciudad, que en mi caso sí que tengo que confesar (aunque creo que
era obvio), ocupa un pedazote de mi corazón desde la primera vez que la vi,
amor a primera vista del de verdad de verdad es lo que tengo yo con Barcelona.
El Barrio
Gótico es el más antiguo de esta ciudad, sus edificios y calles lo hacen a uno
transportarse al pasado o sentir que se está en un set de alguna película. El barrio está a un costado de las
Ramblas, bueno así es cómo llego yo, pero hay muchas posibilidades para
llegar, cuando volví por la tarde
entramos desde la estación Jaume I del metro.
Este barrio es enorme, un mar de posibilidades, cada vuelta
a una calle abre una cantidad de puestos de venta de todo lo que se puedan
imaginar, pero a cada instante se encuentra una con música o con músicos casi
listos para empezar. Las melodías
son de los instrumentos o de los pasos de la gente por las calles de piedra,
que se oyen como si se estuviera en una película medieval.
Barcelona es una ciudad muy turística, creo que el muy se queda corto para definir lo turística que
es. Lo mágico de eso es que la
cantidad de gente presente convierte cada imagen de Barcelona en una danza,
entre quienes la contemplan, los que quieren sacar fotos y los que simplemente
pasan por allí y quieren disfrutar del paisaje.
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Cafetería/Galería en el Gótico |
Para iniciar el recorrido empezamos con un té, yo aproveché
para tomarme un batido de piña con banano, que empieza mi cuerpo a pedir frutas
tropicales de manera urgente. El
café/tetería estaba lleno, sus paredes estaban llenas de arte, lo cual daba
desde ese instante una previa de lo que sería el recorrido por el barrio.
Una vez tomados los tés y yo mi batido: pies sobre El
Gótico! Ya había obscurecido pero
las calles estaban más que vivas, la gente apenas si cabía. Cada piedra se me hacía como un libro,
seguramente cada una estará llena de historias y recuerdos de lo que ha pasado
por ahí durante cientos de años.
En cada esquina algo sucede, se ve a los músicos pasar pues es seguro
que tocarán en alguna de esas calles o algunos de los cientos de bares y
restaurantes que hay en aquel laberinto.
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Señor cantando el Ave María |
Caminando detrás de la Catedral, como un susurro se metió en
mi oído el canto del Ave María, es la voz grave de un señor, puede que sea un
tenor, conforme nos acercamos es más claro que es así, incluso hasta público
hay en la acera. Nos detuvimos un
ratito a escuchar, era necesario.
Al seguir nuestro paso y dar la vuelta en la esquina nos
encontramos con un grupo de turistas
y un guía que explicaba datos históricos sobre el barrio. Además los hizo aprenderse un poema que
está escrito en una de las paredes, cada uno se aprendió una línea y luego
repitieron en conjunto el poema. A
mí no me gusta mucho eso de los toures
guiados, pero este me pareció divertido, a lo mejor hago algo de eso uno de
estos días.
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Vitrina de tienda de antigüedades |
Seguimos avanzando y nos encontramos con una tienda de
antigüedades. Una vez adentro, las
curiosidades nos transportaron en un viaje por el tiempo, tanto como el que ya
hacíamos mientras caminábamos por el Barrio Gótico. Luego una tienda de juguetes, pero no de los tradicionales,
luego una de ropa de diseño, pero de diseño alternativo. Luego restaurantes pequeñitos de todos
los tipos de comida que se puedan imaginar.
Nos tomamos una cerveza en un bar que en algún momento fue
un cine de películas xxx. Aquí
cada espacio guarda su historia, basta con fijarse en los detalles o
preguntarle a los dueños. Luego
cenamos en un japonés increíble, por 8 euros un menú con tres platos y además
delicioso.
Para cerrar la noche nos reunimos con los amigos de mi
compañero de piso a celebrar un cumple.
Esto en un bar que se llama Oveja Negra. Mientras esperábamos a que llegara el grupo jugamos al
futbolín un rato, pero no logré ganar nunca, es que estos futbolines españoles
tienen a los jugadores con las piernas abiertas, muy diferentes a los que yo
estoy acostumbrada.
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Bar que antes fue cine xxx |
Luego nos tomamos un par de cervezas en una mesa en donde
las nacionalidades eran diversas: Francia, Italia, España, Rusia, Bolivia y
Costa Rica. Casi parecíamos el
grupo de turistas en el Barrio Gótico aprendiéndose el poema. Esto en Barcelona es muy común, la
diversidad de nacionalidades siempre presente. Esta mesa en particular reunió a todas esas nacionalidades y
a pesar de alguna que otra dificultad con los idiomas logramos un perfecto
cierre para mi musical en el Gótico.
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Futbolín español, notan la apertura de piernas |
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Batman en la Galería |
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A la derecha la Tortuga Ninja |
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Gatúbela! |
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La princesa Leia |
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Inicia sesión de fotos. |
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Plaza Sant Jaume |
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Idem |
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Balcones del Gótico |
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Tienda de zapatos artesanales brasileros |
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Plaza del Rey |
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Idem |
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Idem. Con vista a otra calle. |
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Al fondo la Plaza del Rey. |
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El Gótico |
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Titiritero en el Gótico |
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Muro en el Gótico. |
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Músicos en el Gótico |
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El Gótico |
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Idem |
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Nuestras sombras en el Gótico. |
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Un buzón de correo del Gótico. Las golondrinas y la tortuga trabajando. |
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Una calle cualquier en El Gótico |
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Plaza San Felipe. Los huecos en las paredes fueron ocasionados por una bomba en la guerra civil. La gente se refugió en esa iglesia. |
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La fuente y los enamorados...Plaza Sant Felip Neri. |
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Turistas aprendiéndose poema. |
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Ventana y grafiti en el Gótico. |
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Tienda de antigüedades. |
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idem. |
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Idem. |
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Idem. |
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Juguetería en El Gótico. |
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Juguetería en El Gótico. |
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Chicas en pijamas en El Gótico. |
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Intentando jugar futbolín versión española. |
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La Oveja Negra. |
linda Cataaa; claro que se extraña algún dato de esos que tanto nos gustan... una fecha... algo... jajaja
ResponderEliminarmuaaaaa.
jajajajaj aunque seás anónimo con un mensaje como ése solo puede ser una persona en este mundo mundial.
EliminarTe dejo este sobre la foto del buzón con la tortuga y las golondrinas, tomado de: http://w1.bcn.cat/barcelonablog/insolito/%C2%BFuna-tortuga-en-el-centro-de-barcelona?lang=es
"Precisamente de la época en que funcionó como Colegio de Abogados nació el curioso buzón de la entrada de estilo modernista, obra de Lluís Domènech i Montaner. Si vas a la Casa del Arcediano, en la calle de Santa Llúcia, 1, la encontrarás al lado derecho de la puerta de entrada aludiendo a la justicia. El buzón es rectangular y está formado por los relieves esculpidos en mármol blanco de una hiedra de siete hojas, cinco golondrinas, el escudo del Colegio de Abogados de Barcelona y la misteriosa tortuga. La historia de la tortuga responde a una interpretación insólita del arquitecto Domènech i Montaner, que alega al hecho de que la justicia camina a paso de tortuga. El resto de elementos que aparecen completan la carga de simbolismo. Según él, las golondrinas eran el símbolo de que la justicia vuela alto y, en contraste, la hiedra simboliza los tropiezos burocráticos y los procedimientos administrativos. Por lo visto, al conocer toda esta carga significativa, el decano del Colegio de Abogados no quedó muy satisfecho con el resultado. Pero después de una justificación coherente del arquitecto, se tuvo que tragar las palabras y aceptar el relieve tal como lo talló el escultor Alfons Juyol. La historia cuenta que después de escuchar la crítica, Lluís Domènech i Montaner respondió al decano con el dicho: “Abogados y procuradores, al infierno de dos en dos“. El relieve fue aprobado en discordia y desde entonces se puede ver en la puerta de la Casa del Arcediano. Dicen que tocar el caparazón de la tortuga garantiza suerte para una buena temporada."
El gótico es mágico...... y tambien logre sentir la maravillosa puesta en escena acompañada del violín... ufff bello bello
ResponderEliminarMi Mary a ver si te animás a venir a verlo conmigo! se multiplicaría lo bello!
Eliminaresa cafetería/tetería es de mis favoritas, pero siempre me pierdo cuando quiero ir sola (normalmente me lleva Salva)... y quiero que me llevés a esa tienda de antigüedades, porfiiiiii
ResponderEliminarYo te llevo a la cafetería y a la tienda de antigüedades sí señora, que alguien me aconsejó pedir tarjetas y las tengo conmigo! Bueno la cafetería no, pero sí sé llegar.
EliminarCatita linda! Recuerdo del Gótico un mercadito muy colorido en el que vendían huevos de avestruz, no lo viste?
ResponderEliminarNo aun no he llegado ahí, lo busco y te cuento!
Eliminarbuenooooooooo, mucho mejor!! donde va a parar!!! jajajaj
ResponderEliminarmuaaaaaaaa
Viste!!! ud. pide y se le concede! muuuuaaaaa!!!
EliminarJa! Al fin logré leerlo! Amé el paseo, me hicieron falta detalles de lls zapatos artesanales brasileros!!!!! A verrrr!!! Detalles!!!
ResponderEliminarJajaja Unknown!!! quien sos, tengo mis sospechas por el interés hacia los zapatos. Creo que al Gótico debo regresar con calma y dedicarle algunas entradas del blog a lugares específicos como el de los zapatos.
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