domingo, 4 de noviembre de 2012

Un domingo cualquiera en Barcelona.



Mis domingos, hasta hace unas semanas, por lo general funcionaban para hacer todo aquello que no logré hacer durante la semana. Ir al supermercado, el banco, comprar cualquier cosa que pienso que necesito, o el libro que se me antoja leer la semana que sigue.

Aquí en Barcelona esos planes hay que cancelarlos.  Nada está abierto un domingo.  En esta ciudad se impone descansar el domingo.   Suena casi a castigo para alguien como yo porque me cuesta no cumplir con obligaciones aunque sea un domingo.  Lo que no pensaron es que me saldría con mi astucia y pronto encontré qué sí se puede hacer un domingo.

Por supuesto que las cañitas y tapas por ahí siempre serán una opción, pero ya un par de domingos de esos me dejaron con ganas de darle más diversidad a mi domingo.  Así que hoy descubrí el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona: http://www.cccb.org/es/.

Me encontré con sorpresas interesantes.  La primera es que los domingos entre 3 p.m. y 8 p.m. la entrada es gratuita.  A mí me parece un gran incentivo, este es un país en crisis, así que poder acceder a un espacio con una programación de gran calidad es genial y un ejemplo a imitar.  Además, hoy domingo estaba lleno, me emociona mucho que la gente asista a actividades culturales, estos espacios de convivencia me parecen que son estratégicos y vitales en las ciudades (aquí habla un poco la gestora cultural que hay en mí).

En mi exploración de este Centro me encontré con la exposición “El Paralelo, 1894-1939 Barcelona y el espectáculo de la modernidad”.  Esta exposición hace un recorrido por la historia de los espectáculos que se hacían en una zona que durante esos años estuvo marginada, o sea, historia desde la periferia, esa que no se encuentra fácil en los libros.

Yo feliz ante aquella cantidad de información que seguramente era confidencial!  Me estaba enterando de los secretos ocultos de esta Barcelona. Me pregunto cuánto de esto podría hacerse en mi país.  Muchas veces se desprecia el quehacer cultural que no está en inscrito en la oficialidad que brindan ciertas élites artísticas, políticas o intelectuales.  Esa que algunos llaman cultura popular, pero que yo prefiero no darle esa etiqueta, porque casi siempre dependiendo desde dónde se diga se le asigna un carácter peroyativo.  Pero es que ese pedazo de la historia es de una mayoría, una mayoría que luego desaparece de las exposiciones, de los libros y de los museos; lo que claramente deja un vacío que a la larga es difícil de rellenar.

Esta exposición rompe con ese supuesto y coloca en un Centro de Cultura oficial, un pedazo de la historia que expone las circunstancias sociales en las que una determinada zona de Barcelona (Paralel) se convierte en un espacio para el ocio, en donde los discursos que se plantean en ese espacio geográfico transgreden la moral dando pie a una cambio importante sobre la percepción social del sexo, un espacio en el que se dieron movimientos políticos y sindicales, siendo el teatro un espacio de encuentro de mítines por la mañana y de espectáculos por la noche.

El recorrido es visualmente muy entretenido, combinan vídeos, fotos, sonido, texto y objetos.  Además el humor está presente cada tanto, lo cual da un poco de aire, pues la exposición es grande.  Creo que para poder apreciarla en detalle hará falta ir más de una vez.

Cuando terminé el recorrido me encontré justo con el inicio de una de las sesiones de la muestra audiovisual ArtFutura.  Busqué un espacio en una sala en la que ya habían cerca de 200 personas y presencié una hora y media de una muestra de cortos, muchos de ellos de animación.

Así que una tarde que no sabía cómo iba a ser, terminó revelándome los más profundos secretos del Paralel de Barcelona y dándome una sesión de cortos audiovisuales,  esto sin costo alguno.  Cuando salía del Centro, un señor que por su aspecto parecía que accedía poco a este tipo de espacios, me pregunta: ¿sabe si hay cine en un rato? y yo le digo: sí a las 7 p.m., y me dice con una gran sonrisa contagiosa: ¿verdad qué es gratuito?, y  yo le contesto con esa sonrisa que me contagió: sí señor, es gratis, vaya a buscarse un espacio que hay mucha gente! 

Documento de identificación de prostituta de la época

Idem

Guía para acceder a las señoritas de la zona

idem


Preservativo de la época

Anuncio de preservativos


"De hacer la calle a hacer el escenario" me encanta!!! el tema central para mí de esta expo.
La cultura no debe limitarse a una oficialidad de lo "correcto".

2 comentarios:

  1. En mi casa también hubo una exposición buenísima, se llama Historia contemporánea del pijama: de la cama a la cocina, incluía dormir 10 horas... wujuuuu

    Me encanta tu vida barcelonina, my love!

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