sábado, 18 de octubre de 2014

Kodaikanal: pasando frío en las montañas del sur

Kanyakumari fue el destino prácticamente ‘impuesto’ por mí en la ruta por Tamil Nadu. Desde el principio Seba estuvo dispuesto a incluirlo en la ruta dada mi insistencia.  Kodaikanal, en cambio, era uno los lugares a los que él le hacía más ilusión ir, a mí no tanto.  El sólo hecho de pensar en que podía hacer frío me echaba para atrás. Por otra parte, Natasha, una chica italiana que me encontré en Kochi me dijo que había ‘odiado’ el sitio, dijo ‘es un pueblo de bandoleros’. Pero en la vida hay que aprender a ceder y así fue como aparecí una madrugada de diciembre en medio de la niebla en un recóndito pueblo indio de montaña.

Habíamos tomado un bus nocturno, llegamos a la estación y aun era de noche, quizás como las 6 a.m.  Yo estaba agotada, el bus no había sido muy cómodo.  Encontrar un taxi que nos llevara al hotel por un precio módico era imposible, así que con un chai esperamos a que saliera el sol para caminar.

Una vez encontrado el hotel salimos a recorrer los alrededores.  Estas montañas no son muy altas, estamos en el sur, la vegetación sigue siendo bastante tropical y me sigue recordando mi país. 

Las primeras horas en Kodaikanal para mí fueron terribles, estaba ‘brava’, estaba de mal humor, tenía mucho frío y no tenía suficiente ropa caliente.  Por dicha había cargado todos esos días con un abrigo comprado en playa Pallolem a un chico nepalés.  En el momento de la compra parecía una idea terrible cargar con eso en mi mochila durante el viaje, pero en medio de la niebla de mi nuevo destino entendí aquella estúpida decisión de comprar un abrigo con tanto calor; fue para evitar que muriera de mal humor en Kodaikanal.

Este pueblo es un destino preferido por los ‘honeymooners’, así lo comprobamos en una caminata que hicimos a una catarata, en donde una pareja muy joven de recién casados acompañó nuestro camino.  Los dos iban vestidos de manera elegante, de hecho no sé cómo hizo la chica con aquellas sandalias de tacón para subir la montaña.  Se habían casado hacía unos días y parecían disfrutar mucho más que yo de sus días en ese pueblo.  En ese momento recordé cuando el recepcionista del hotel de manera casi burlona me dijo que no había calefacción ni calentadores para la habitación, me dijo: “es que como los que vienen aquí son honeymooners’…,sonrisilla pícara del chico, subtexto ‘aquí nadie necesita ni pide calentador, son honeymooners, casi guiño de su parte, lo siento por ti’.

En Kodaikanal las actividades fueron distintas a las que veníamos realizando, no había templos, ni siquiera muchas vacas.  Así que hicimos caminatas en medio de la montaña.  Hay un lago al que se le puede dedicar una mañana entera, es un lugar en el que la prisa se diluye y el silencio toma protagonismo.

Cuando apareció el silencio empecé a disfrutar.  Hicimos la caminata de rigor a Vattakanal, que es un pueblito al lado, se hace a través de la montaña y la carretera.  La meta era llegar al ‘Dolphin’s Nose’ una piedra desde la que se supone la vista es muy impresionante.  Luego de algunas horas de caminata llegamos, pero la neblina no dejó ver nada, solo sentir: frío. 

Lo que más me sorprendió es la cantidad de basura que India es capaz de acumular en un lugar recóndito.  Ya había comentado sobre esto  de la basura cuando pasé por Kochi y sus canales.   Para llegar al ‘Dolphin’s Nose’ tuvimos que caminar un par de horas, estábamos en medio de nubes y árboles, no había carretera y aun así estaba lleno de basura.  A mí esto, más el frío, eliminan este lugar de mi lista de favoritos de India.


Eso sí, comerse una ‘torta de huevo’ de pan cuadrado, hecho por la señora del chiringuito en el medio de la carretera, con un chai mientras esperábamos a que escampara,  hicieron que todas esas horas en bus, el frío y la basura, valieran la pena y colocan ese momento en la lista de mis favoritos de la India.  A veces no es el lugar, si no lo que pasa en el lugar.

Muerta de frío en el mirador de Kodaikanal.

Esto es lo que yo digo, la basura al basurero, pero aquí la gente hace caso omiso.

'Honeymooners'

El mono en medio de la montaña

La vista desde el hotel.

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