Día 4, ¿Qué
hacen un gallego, un sevillano y una tica de road trip por Galicia?:
Sobrevivimos a nuestra noche en Lira.
El hostal encima del bar que encontramos a última hora fue
cumplidor, era una habitación para tres, el baño estaba afuera, lo
compartíamos con el resto de habitaciones del piso del hostal. Yo me desperté más temprano
que los chicos, las gaviotas en los techos de al lado hacían
imposible seguir durmiendo.
Les esperé un par de horas que
aproveché para leer y dar un pequeño vistazo a los alrededores
del hostal. Venden pulpo al lado y al otro lado, al frente estoy
segura que venderían si hubiera un restaurante.
Una vez que todos estábamos listos
bajamos al bar a desayunar. Pablo y Rafa están enganchados al
Atriviáte, un juego del
móvil. Así que se
pasan sus buenos ratos contestando preguntas con su teléfono. Incluso juegan entre ellos, cada tanto se miran y se
ríen, me imagino que se anuncian quién va ganando. Mientras tomo
mi café recuerdo que anoche soñé que estaba en un naufragio y
salvaba un pingüino emperador encapuchado...Intenté ver qué me
decía el google al respecto, pero mi móvil va lento.
Pagamos
e iniciamos el viaje. De nuevo el CD del Chipirón, me empezaba a
impacientar. En medio de las montañas vi el rótulo de un
Carrefour, no puedo
explicar la sensación de salvación que sentí. Le pedí a Pablo
que se detuviera. Propuse comprar un aparato de esos que se conectan
con la radio y el ipod. Todos estuvimos de acuerdo. Al fin cambiamos de música.
La
meta del día de hoy era llegar a Fisterra, pero antes de llegar
pasamos por varios lugares, en realidad, cuando pienso en la cantidad
de destinos y actividades que hicimos no entiendo cómo llegamos a
tiempo para el atardecer. Una de las cosas que más aprecio desde
que estoy en España es que los días son laaargos.
Eso de que el sol esté por más de doce horas me encanta, es como
tener tres días en uno solo, y bueno, en el verano esto es todavía
mejor, así que cada día en Galicia se multiplica por dos o tres o
cuatro.
Lo
primero que hicimos fue ir a la playa. Esta era una playa cerca de
Lira, playa de Carnota. De nuevo el oceáno Atlántico frente a mí.
Eran poco menos de las dos de la tarde, hacía mucho calor, el sol
invitaba a darse un chapuzón. Pero pensaba en mi intento fallido
del día anterior en el Castro de Baroña, el agua ayer estaba
helada. Ahora estábamos más al norte, estaba segura de que tenía
que ser peor.
Pero
el calor me hizo dudar de mi decisión de quedarme sin nadar y sin
pensarlo mucho en cuanto me entró la duda me fui directo al agua.
Recorrí casi cien metros de arena blanca, la playa era enorme, y sin
pausa me sumergí en la primera ola. Aaaaaaaaah!!!!!! qué
ricoooooo!!!! Pero qué frío al mismo tiempo. Hacía tanto calor y
tanto frío. Nadé un buen rato, hasta que un pez
muy grande se me atravesó en una ola, hubiera jurado que era un
tiburón...Ante la duda, mejor salí.
Continuamos
nuestro camino en busca de pulpo, ya teníamos hambre. Paramos en
un sitio que nos recomendaron en el camino: A Revolta. El dueño era
un señor un poco malhumorado, o eso parecía. Primero se mostró
muy enfadado porque llegamos cuando la cocina ya estaba cerrada, pero
pronto nos ofreció algunas cosas que eran fáciles de cocinar o que
ya estaban listas. Entre ellas, la merluza. Yo no quería porque
hasta ahora pensaba que no me gustaba. Pero no había otra cosa, así
que lo intenté y: amo la merluza!!! Qué delicia de pescado, yo
creo que todos los pescados y mariscos de Galicia son deliciosos,
hasta los que no me gustan me terminan gustando.
Al
final el señor malhumorado que nos atendía tuvo algunos momentos de
simpatía con nosotros. Me recordó a la señora de Pobre do
Caramiñal que al principio parecía malhumorada y al final terminó
comprándole el postre al Rafa. Quizás es que la gente aquí es un
poco bipolar o
ciclotímica.
Continuamos
el camino y nos detuvimos a ver el horreo de Carnota, los horreos son unas
edificaciones que servían para almacenar alimentos y alejarlos de la
humedad y los animales. Este es uno de los más grandes que existen.
También pasamos por la Cascada de Ézaro, subimos al mirador con
el mismo nombre desde donde se veía nuestro destino final del día:
Fisterra.
Mientras
íbamos en el coche me di cuenta de que Pablo dice diay
y mae. Me hace gracia
esta mezcla cultural que tenemos en el coche. ¿Qué hacen un gallego,
un sevillano y una tica (costarricense) de road trip por Galicia?
(comer pulpo). Además, yo aprovecho para aprender algunas palabras en gallego: luar, que
es la luz de la luna, me encanta esa palabra, no existe en castellano una palabra
que la traduzca. Xeo
es hielo y xear es esa
capita de hielo que tienen las plantas en las mañanas frías.
Cerca de las 8 de la tarde llegamos al fin del mundo: Finisterre en gallego o Fisterra como se
conoce oficialmente.
Tuve que enviar un mensaje de whatsapp
al grupo que tengo con mi familia en Costa Rica con una foto de uno
de los atardeceres más impresionantes que he visto. Habían por lo
menos cien personas agrupadas en las rocas de la punta de España que
alguna vez fue imaginada como el final de la Tierra, admirando el sol
ocultarse en la famosa costa de la muerte.
Hacía
mucho frío pero teníamos sangría, así que nos plantamos a admirar
el mar, el sol y las nubes que se aglomeraban hacia la línea del
horizonte difuminando el límite. No es difícil imaginar cómo
hace años se creía que había dragones merodeando el fin del mundo
conocido hasta ese día.
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Finisterre: el fin del mundo.
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Día 5, cambiando de opinión y
dirección, busquemos unas fiestas de pueblo:
Ayer conseguimos habitación en un
hotel rural cerca de Fisterra. Este hotel a diferencia del de la
noche anterior estaba bastante bien, aunque un poco barroco para mi
gusto en algunos detalles, la ducha parecía un cápsula de viaje en
el tiempo, tenía un radio en su interior. Pero no me quejo, la cama
estaba deliciosa.
Anoche fuimos a cenar pulpo una vez
más, entre otras cosas. Yo me tomé una sopita de mariscos, ya no
podía comer más. De nuevo nos topamos con un dueño de restaurante
de humor poco descifrable. Es como que intentan ser amargados pero
se les sale una cuota de simpatía por ratos. Ya con este es el
tercero con esa actitud, empiezo a notar un cierto patrón.
La mañana de hoy la pasamos haciendo
gestiones sobre nuestros transportes para después del viaje por
Galicia. Rafa tenía que reservar el bus para su siguiente destino,
yo había sido tentada y convencida por Pablo para quedarme más días por Galicia
y una posible visita a Portugal, así que retrasé mi tren de regreso a Barcelona. Una vez cumplidas las necesidades logísticas nos fuimos rumbo a
Betanzos.
Una vez en Betanzos vimos que habían fiestas, pero estas
aun no eran las oficiales. No estábamos muy convencidos
de nuestra estancia ahí. Comimos delicioso una vez más, pulpo
incluido en el menú. Yo comí bacalao, que pensaba que tampoco me
gustaba. Creo que de ahora en adelante cualquier pescado de
Galicia me lo voy a comer, ya no vuelvo a decir que no me gusta.
Caminamos por el pueblo en busca de un
hotel. Aun había sol y creo que eso no estaba ayudando a la
tradición de encontrar dónde dormir sin sol y cerca de la medianoche. Nos
sentamos en un parque para mirar opciones por Internet hasta que
todos expusimos nuestros deseos para esa noche, y concordábamos, lo
mejor sería encontrar unas fiestas de pueblo. Así que manos a la
obra, google donde hay hoy fiestas de pueblo en Galicia, y google
dijo: en Cedeira. Eso estaba a casi 80 kilómetros y aunque eran las 8 de
la noche, emprendimos el viaje.
Y aquí estamos, en un hostal justo en
la Plaza Mayor de Cedeira, la música se mete por el balcón y pronto la
Orquesta Israel arranca el espectáculo. Todo el mundo anda
disfrazado, la gente no cabe en la Plaza. A mí me duele el
estómago, parece que el pulpo en grandes cantidades es difícil de
digerir. Mientras averiguaba eso en el Internet, también descubrí
que es un alimento bajísimo en grasa y con unos beneficios
maravillosos para la salud. Espero que se equilibren sus propiedades
y se me pase pronto este malestar que quiero ir a la fiesta. Los
chicos están en su momento
Atriviáte.
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Betanzos.
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Más fotos:
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Lira. |
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Lira. |
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Puestos al camino de nuevo. |
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Cerca de Playa Carnota. |
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Playa Carnota. |
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Playa Carnota. |
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Cementerio al lado del Horreo de Carnota. |
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Horreo de Carnota. |
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Horreo de Carnota. |
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Saliendo de Playa Carnota y camino a Finisterre. |
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Saliendo de Playa Carnota y camino a Finisterre. |
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Cascadas de Ézaro. |
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Cascadas de Ézaro. |
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Cascadas de Ézaro. |
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Recuerdo de Cascadas de Ézaro. |
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Mirador de Ézaro. |
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Mirador de Ézaro. |
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Desde el mirador de Ézaro.
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Desde el mirador de Ézaro. |
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Desde el mirador de Ézaro. |
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Mirador de Ézaro. |
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Finisterre. |
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Finisterre: foto expuesta en el centro de acogida. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Finisterre: el fin del mundo. |
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Betanzos. |
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Cedeira: Fiestas! |
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