Así que seguí leyendo los libros
con dibujos, hasta que un día, en la escuela nos mandaron a leer un libro, creo
que era “El árbol enfermo” de Carlos Gagini, aunque no estoy segura. La cosa es que cuando le pedí a mi papá
ir a la librería por el libro para cumplir con la asignación, me llevó en su
lugar a la biblioteca gigante que estaba en la casa y sacó un libro de los ‘aburridos’, con páginas amarillentas y me lo dio, éste es,
dijo. Yo lo abrí y me sorprendí
que no tuviera dibujos. Ya había
pasado algún tiempo desde la última vez que intenté leer alguno de esos libros
en los estantes más altos.
Como siempre fui muy cumplida con
las asignaciones escolares me puse a leer sin renegar y no pude parar, era una
historia, ¡un cuento largo!
El libro no tenía dibujos pero los dibujos se creaban en mi cabeza. Descubrir que en los estantes de arriba
de la biblioteca, los libros sin dibujos me contarían historias nuevas, me hizo
entrar en el mundo de la lectura.
Por eso vivir el pasado Sant
Jordi en Barcelona fue un acontecimiento
para mí. Yo no podía creer ni
entender cómo era que habían miles de personas, incluida yo, en decenas de
cuadras comprando, viendo y/o manoseando libros. Pero voy por partes, que de acordarme empiezo a
hiperventilar de nuevo.
En Sant Jordi o el Día del libro
y la rosa, la costumbre es regalar a los seres queridos una rosa y un libro (en
principio la rosa a la mujer y el libro al hombre, pero ya estamos en otros
tiempos y eso no es tan así).
La rosa porque es el día de Sant Jordi y la historia cuenta que cuando
Sant Jordi salvó a la princesa del dragón, de la sangre derramada por el
monstruo emergió una rosa roja que el caballero entregó a la princesa. Esta conmemoración coincide con que el
23 de abril también es el día del libro (la muerte de Cervantes y
Shakespeare). Entonces, aquí, a
alguien se le ocurrió sincretizar la cosa y ¡zas! En lugar de San Valentín,
tienen un día en que se demuestra el amor a través de libros!!!! (empiezo a
hiperventilar de nuevo).
Es que se me se me sale la
gestora cultural de la que huyo hace meses, pero qué gran ejemplo de política
cultural es ésta, ya sea adrede o inconsciente, es un gran acierto. Todos los 23 de abril con una
celebración que además es bellísima, se moviliza la economía cultural, en
específico la de la literatura (bueno y la venta de rosas también).
Este día en Barcelona y otros
lugares de Catalunya, las calles, las ramblas, todas las esquinas se llenan de
libros y rosas. Hay puestos con libros nuevos y con libros
usados, de todos los temas que se puedan imaginar y de todos los precios,
además suelen haber descuentos.
Las Ramblas cuando aun quedaban algunos espacios para pasar. |
También se aprovecha
como plataforma de reivindicación de la cultura catalana, se ven banderas de
Catalunya por todas partes, incluso en las rosas, camisetas reivindicando el
idioma catalán, sumado a que casi todos los libros de “moda” cuentan con su
traducción al catalán.
Por otra parte, autores importantes o no tan
importantes (esto depende de la lupa con la que se mire), visitan la ciudad
para firmar sus libros. La gente
que admira a estos autores hacen filas enormes, de horas, como las niñas
adolescentes listas para ver a alguno de sus ídolos musicales. Esta admiración y respeto por los
autores es impresionante.
Por supuesto hay miles de
críticas y observaciones que se podrían hacer, como que muchos de los autores
firmando no necesariamente son autores si no estrellas de la televisión que
escriben sobre temas livianos, pero honestamente, mientras la gente lea, ya eso
es un inicio, sea lo que sea, leer finalmente lo lleva a uno a seguir leyendo,
es una adicción y si se empieza por libros menores ya llegarán al gran
descubrimiento y no podrán detenerse.
Yo aun no termino de digerir este
día, me emocionó mucho, recibí una rosa y dos libros físicos (llevo meses poseyendo
solo los electrónicos). Es una
gran idea, un día hermoso, todo el mundo camina feliz por la calle con sus
rosas y sus libros (este año incluida yo). Creo que
se debería fomentar más que los regalos en distintas celebraciones sean
productos culturales, extenderlo a otras artes: entradas al teatro, al museo, a
conciertos.
¡Ya quiero que sea 23 de abril
otra vez!!!!
Felices con sus libros! |
Best.SantJordi.Ever. :)
ResponderEliminarY los que faltan por venir!!! :)
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